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jueves, 19 de julio de 2012

DEMASIADAS EMOCIONES PARA UN SOLO DÍA…

DIA 1 DE JULIO (DOMINGO)  Irún – Deba   94 km

DEMASIADAS EMOCIONES PARA UN SOLO DÍA…

El título puede parecer exagerado pero después de ver la crónica creo que me he quedado corto.
Nos levantamos a las siete, ropa de abrigo porque el día promete lluvia (el WinGurú no suele fallar) y he aprendido algo del clima del norte: SI PUEDE LLOVER, SI HAY ALGUNA POSIBILIDAD, LLUEVE. Nervios, expectativas, foto de inicio, abrazos y buena suerte, alforjas instaladas… los caracoles con ruedas se ponen en marcha, los BICIGRINOS CONILEÑOS comienzan su aventura ¡¡¡BUEN CAMINO!!!

Cuatro km de llaneo y primera subida del día, del camino. Dura pero no mucho, hay fuerzas, ganas y deseos de agradar. Llegamos a la ermita de Guadalupe por un camino precioso, caseríos, bosques galería, prados, todo verde… a la gente del sur, acostumbrada ya al paisaje seco y árido, estos campos nos parecen el paraíso, nos dejan con la boca abierta. Y aparece el Santuario de Guadalupe, precioso, solitario entre tanto verdor. Fotos de rigor y de repente comienza la lluvia. El Baena ya empieza a sufrir un poco en la cuesta y luego se emociona cuando podemos entrar dentro y echar fotos de la virgen de Guadalupe… Su madre se llamaba así. Normal.
Decidimos esperar un poco a ver si para de llover pero la cosa va parece que va para largo. Lo normal hubiera sido seguir el camino oficial por la falda del monte Jaizquibel pero como no deja de llover y el camino está con barro decidimos seguir por la carretera que bordea el monte por el otro lado… preciosa, con vistas al mar, con lluvia intermitente… y con unas cuestas de toma pan y moja. Luego del alto (casi 500 metros de desnivel en poco más de 10 km) la carretera se despeña hacia Pasajes de San Juan y pasajes de San Pedro. Descenso de vértigo con la carretera mojada y estrecha, curvas cerradas y frío por lo calados que estábamos.

Abajo el pueblo antiguo es precioso, perfectamente conservado, como en las películas… y los restos de una fiesta pro etarra en la plaza del centro. A mí me queda ese sentimiento de regusto amargo, de mezcla continua de política con vida cotidiana, de sentimiento asfixiante de independencia que lo controla todo, que lo dirige todo, que siempre está presente, que siempre preside cada acto social o festivo. ¿Cómo se puede vivir así? Es cierto que uno se acostumbra a todo, que el cuerpo se adapta a todo… pero que triste. Os imagináis la feria del Colorado, la romería, el Carnaval de Cádiz…  lleno de pancartas pro etarras, para que vuelvan los presos, la amnistía, independencia… y la gente sin poder celebrar tranquilamente una puñetera fiesta sin politiqueos ni controles de pensamiento. Debe ser inmensamente duro vivir así día a día.

Después cruzamos en barca los 200 metros que separan una orilla de la otra, barca minúscula y con tradición antiquísima. Una delicia. Las bicis pagan los 70 céntimos como si fueran una persona. Fotos preciosas de ambas orillas y una trainera que pasa veloz junto a nosotros…Qué hermoso es todo si consigues aislarte del ambiente asfixiante del nacionalismo.

De ahí paso raudo y veloz por carretera hasta San Sebastián. Preciosa ciudad donde se percibe un señorío y una cultura de muchos años. Se pasa por delante del restaurante Arzak. San Sebastián me pareció señorial, tranquila, que se sabe guapa y ejerce de ello. Impresionante el paseo por la playa de la concha, la visita a la catedral, al casco antiguo, al ayuntamiento… y a una pastelería de gran categoría donde reponer fuerzas para un día intenso. Es muy emocionante estar en sitios que has visitado virtualmente muchas veces por medio de la tele, el cine… y decir, jo, ahora estoy yo aquí. El día estaba feo de cojones, viento, nubes, pero multitud de personas paseaban por la arena, por el paseo, por las calles… Se nos olvidó visitar el peine de los vientos… para la próxima. Es una ciudad a la que hay que volver para verla y disfrutarla con calma.

Subimos al monte Igueldo y lo atravesamos no sin dificultad. Hay trozos de camino asfaltados con un paisano que tiene un “puesto de avituallamiento” para peregrinos, algo cutre pero curioso (hay fotos). Después un continuo sube baja muy duro y por último acaba en una senda que durante tres o cuatro kilómetros y con barro te lo hace pasar regular. El Baena se perdió… (¿Pero este no estaba todavía perdido por Irún?) y tuvimos que esperar largo rato entre la lluvia. Tras un largo descenso por carretera llegamos a Orio, donde celebraban que el equipo de remeros había ganado no sé qué bandera. Total, fiesta con degustación de productos de varias nacionalidades. Otra cantidad enorme de sudamericanos,  marroquíes… En un bar repusimos fuerzas y carteles de amnistía, de la manifestación por la independencia… y yo con un poco de guasa al camarero pero con cara de inocencia… ¿A qué hora ponéis el partido de España? Esta noche es que estamos alojados aquí y queremos un bar con buena pantalla para ver el partido y disfrutar del triunfo de España… A lo mejor si le hubiese echado ácido sulfúrico en los ojos y le hubiera arrancado lo dedos con unos alicates la criatura hubiera puesto mejor cara… ¡AQUÍ NO SE VA A PONER EL PARTIDO ESTA NOCHE! Pues es una lástima, nosotros íbamos a formar un buen ambiente… ¡LE HE DICHO QUE AQUÍ NO SE PONEN PARTIDOS DE ESPAÑA! Como dice mi tito JuanMi “Ya está to hablao”. Y ese gustito mío por dentro? ¿Cómo cuantificarlo, eh? Por cierto, tenían una parrilla al aire libre de gran categoría, nada de sardinas, pancetas y chorizos del mercadona: Chuletones de diez centímetros de grosor, besugos de la pinta, gambas así de grandes de Huelva… ¡COÑO CON LA CRISIS, QUE NO SE PUEDE DAR UNO NI UN CAPRICHO! Preciosos los barcos del puerto.

De ahí nos fuimos para Zarautz, más cuestas hasta llegar y visita del restaurante de Arguiñano. Muy bonito, junto al mar. Lástima que comimos en Orio, me hubiera gustado tapear un poco en el bar. La carta es atractiva y nada cara comparada con otros restaurantes del montón.

Luego preciosa travesía hasta Guetaria, con maravilloso paseo junto al acantilado y fabulosas vistas del “ratón de Guetaria”, una formación rocosa con forma de ratón que hay en esta localidad, lugar donde nació Juan Sebastián Elcano. Fotos de rigor y camino de Deba, pasando antes por Itziar, con unos cuestones de campeonato, sobre todo el último que lleva a este pueblo. Allí nos tomamos un acuarios mientras esperábamos al resto de la tropa y luego largo descenso a Deba.

Llegamos ya tarde, buscamos el albergue y un sitio para ver el partido. Nos deparaba una sorpresa lo del albergue. Bueno dos. La primera es que para llegar al albergue hay que coger dos ascensores/elevadores que salvan un desnivel considerable porque el  albergue está muy alto. Luego antes de llegar al albergue, situado en unas antiguas escuelas, hay una rampa que, a estas alturas de día… te deja muerto. Ducha, colgar ropa mojada en improvisado tendedero, vistas espectaculares desde la ventana, ducha y vámonos que nos vamos que comienza el partido dentro de poco.

Antes visitamos la iglesia. Por fuera es un mazacote feo pero por dentro es maravillosa.

Bar con menú, dos pantallas, siete peregrinos viendo el fútbol, seis parroquianos más interesados en comer que en el fútbol y más interesados en que ganara Italia que España… Algunas personas en la calle “pasando” del partido. Cena aceptable y más con abundante cerveza, goles de España y disfrute total. Las fotos de la tele con el levantamiento de la copa…Impagables a pesar de la mala calidad.
Frente al bar una plaza, en la plaza una fuente… y el mismo ambiente que en el funeral de alguien. NADIE. ABSOLUTAMENTE NADIE. Como si un virus maligno anduviera suelto por las calles del pueblo. Solo unos chavales ¿Peregrinos, turistas? Pasaron por la calle cantando ¡¡¡campeones¡¡¡ De un bar salieron tres tipos con una cara de mala hostia que no veas, yo pensé que se liaban con los chavales. Todo quedó en nada.

REFLEXIÓN: Qué triste debe ser vivir en un sitio así en particular y en el País Vasco en general. Una cosa es que te digan las cosas en radio, televisión, prensa… y otra es vivirlo en directo. No me puedo imaginar lo que tiene que ser vivir allí y no sentir como estás obligado a sentir. ¿Cuántas personas estarían en sus casas viendo el fútbol, disfrutando del triunfo, con la tele bajita y gritando bajito para no ser escuchados por vecinos radicales? ¿Cuánta gente debe guardar las apariencias ese día y los siguientes a pesar de querer celebrar el triunfo por miedo a lo que les pueda pasar? ¡¡Qué triste tiene que ser vivir con miedo!! Qué pena no tener libertad suficiente para poder expresar lo que uno siente, aunque solo sea por un partido de fútbol. A mi personalmente se me hace inconcebible no poder celebrar libremente ni un simple triunfo deportivo, ¿Qué sociedad quieren crear estos individuos? ¿Qué tipo de dictadura les imponen a sus conciudadanos? ¿Qué control de pensamiento y actuación? SOLO SERÉIS LIBRES SI OPINÁIS COMO YO, COMO NOSOTROS.
Esto ya lo hemos oído antes en otras personas tan reconocidas como Hitler, Mussolini, Franco, Mao, Stalin, Idi Amín… Precioso. El sentimiento que me dominaba esa noche era el de pena (después de una inmensa alegría, claro), pena por una tierra tan hermosa, por una tierra tan rica, por una tierra donde debe haber maravillosas personas que viven atemorizadas, coartadas… y eso en tiempos donde no se contempla el terror de la banda asesina. ¿Cómo serían otros tiempos? Un vasco me dijo: Más del 15 % de la población  del País Vasco ha tenido que irse fuera, por miedo, para vivir tranquilo. ¿No es eso terrible?

Espero y deseo que la cordura, la libertad, el respeto, la tranquilidad, … un poco del sur que tanto llegan algunos a odiar llegue allí arriba y aprendan a vivir en armonía y respetando las ideas y los sentimientos de los demás. Tal vez consigan ser más felices, porque no se les ve felices. Se les ve amargados, peleados con el mundo, a la defensiva, sin alegría… y así no se puede ni se debe vivir.

La etapa es espectacular y te llega a saturar con tantas cosas hermosas como hemos visto. Al acabar el día parece que has estado haciendo ese camino casi toda una vida. Y a pie debe de ser todavía más hermoso. Tiene de todo: paisajes, verde, playas, acantilados, ciudades, lugares con historia… UNA GOZADA DE DÍA.


















































































1 comentario:

  1. Las fotos magníficas..Juanito...Lo que cuentas...Bueno como si hubiese ido pedalenado y viviendo a tu ritmo...Tus reflexiones,...que decir? Chapeau!!!...Un abrazo

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