DIA 3 DE JULIO (MARTES) Bilbao – Laredo 87 km
EXTASIS DEL CAMINO Y FOTOS PARA EL RECUERDO. NO PUEDE SER MÁS BONITO…
Como había que reparar la bici mandamos al Baena y al superabuelo caminito de Pobeña y el niño y yo nos fuimos a reparar la bici. Taxi que viene, tipo superamable, nos lleva al Decatlon de Baracaldo y esperar que sean las 10, que es cuando abren. Resulta que ya no estaba allí, lo habían cambiado a otro sitio… unos dos kilómetros cargando con el muero porque la rueda no giraba… Entra para dentro y el mecánico que no sabe si tirarla o echarse a llorar. Le tuvo que cambiar la rueda trasera entera, los pedales, unos cuantos de tornillos, la cadena,… en fin, una pasta y media bici nueva. A las 12,30 salimos y se portaron de categoría. Otro ángel del camino. Pero de esto ya hablaré más tarde, el camino está lleno de ángeles buenos que te ayudan continuamente, buena gente que va alegrando la tierra… que dijo Machado.
Pasamos Baracaldo y cogimos la bidegorri (camino rojo), un carril bici espectacular que te lleva hasta la playa de La Arena y Pobeña. Una maravilla. Cantidad de gente paseando, en bici… Una subida larga pero tendida y luego descenso hasta la playa… un espectáculo. En la playa hay un puente para caminantes y peregrinos que lleva a Pobeña pero estaba cortado por obras y tuvimos que dar un pequeño rodeo. Baena y Suraña continuaron por carretera a Castrourdiales a pesar de mis advertencias de belleza supina que nos esperaba en Pobeña… se lo perdieron. Al final de la playa hay unas escaleras (119 escalones dice el niño que los contó… yo bastante tenía con llegar arriba arrastrando el vehículo…) y aparece el paraíso. Es un camino colgado del acantilado, antigua vía de ferrocarril que trasportaba mineral de hierro… unas vistas, unas fotos… podéis verlas en la portada de muchas guías de camino del norte. Tranquilidad, soledad, hasta salió el sol un poquito… Vistas de ensueño, momentos que quedarán para siempre en el recuerdo…Uno de los mejores momentos del camino sin duda. Merece la pena nada hacerlo nada más que para pasar por allí. La inmensidad del mar, la playa, el verde de los campos… Ya desde la playa se podía apreciar el camino en la ladera del monte que hay enfrente… pero estar allí es espectacular, fantástico. Ya veréis las fotos más abajo.
El recorrido dura unos seis kilómetros, pasando por un pequeño túnel… y se entra en Cantabria. De ahí por carretera a Castrourdiales, bellísima ciudad con un casco histórico precioso, bares que dan al puerto, magnífica iglesia junto al faro… un espectáculo de ciudad. Comimos unos choricitos a la sidra, costillas chimichurri… estupendamente. Eso si, me quedé con las ganas de dedicarle un poco más de tiempo… pero todo se hará tarde o temprano. Muy buen recuerdo guardo de este sitio. Las fotos lo atestiguan. Eso si, apunten un nombre: SALTACABALLO, NO VEAS QUE CUESTÓN A MÁS DEL 10% antes de llegar a Castrourdiales, qué disparate de cuesta… Yo creo que es matacaballo…
De ahí, como se hacía tarde, pusimos la directa a Laredo, donde ya habían llegado los dos adelantados. Como los albergues (privados los dos) estaban llenos tuvimos que buscar una pensión para quedarnos. Se llamaba pensión Esmeralda, y no vayáis nunca… qué señora más desagradable, qué mala follá con mayúsculas… La pensión está muy bien pero la dueña necesita una vista urgente de algún amigo senegalés de tamaño XXL que le cambie el carácter. Todavía me reconcome por dentro no haberme c… en sus castas… Laredo tiene una playa preciosa y un ambiente muy tranquilo pero con el mal tiempo no había demasiada gente por la calle. Eso si, no os perdáis el túnel que tiene y que comunica una parte de la ciudad con una de las playas… muy curioso.
Este camino del norte tiene ese problema: se está masificando de peregrinos pero no tiene infraestructura para acoger tanta gente. Supongo que en fechas que no sean de temporada alta será más tranquilo pero se necesitan más albergues, más plazas públicas o privadas. Aquí tienen oportunidad de negocio mucha gente de esa zona.
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