DIA 7 DE JULIO (SÁBADO) Villaviciosa
– El Pito/Cudillero 92 km
SIN SUFRIMIENTO NO
HAY GLORIA, SIN RIESGO NO SE CONTEMPLA LA BELLEZA …
El camino de Villaviciosa a Gijón … es una bestialidad que
sube un par de puertos de enorme dificultad y que no recomiendan a nadie, por lo que la mayoría de los ciclistas
optamos por la nacional, que va casi desierta porque la autovía está muy cerca
y no tiene tantas subidas bestias. Es un continuo rompepiernas pero no
demasiado exigente, por una carretera con bellos paisajes. Después descenso
considerable hasta Gijón donde nos recibe la espectacular universidad laboral.
Fue la primera que construyó Franco en España y es de una monumentalidad
impresionante. Muy típica de la monumentalidad de los dirigentes dictatoriales
pero que tiene su encanto arquitectónico. Después construyeron muchas más:
Córdoba, Alcalá, Albacete, …y Cheste, donde yo estudié. Yo soy hijo de las
universidades laborales, yo me forjé en ellas. Con doce años cortos (en 6º de
EGB) me fui a Cheste desde mi pueblo. Allí íbamos hijos de trabajadores con
buenas notas. Yo no he vuelto a ver ningún centro educativo tan bien dotado de
medios y profesionales como la laboral de Cheste. Después cayeron en desgracia
por ser obra de quien fue y casi las destruyen. Por suerte alguien pensó en
reutilizar esas magníficas instalaciones y ahora son sedes de universidades,
campus…
Después visitamos el estadio de El Molinón y agradable paseo
por la playa de Gijón hasta la escultura del Elogio del horizonte, donde nos
echamos algunas fotos. Tomamos unos dulces típicos para reponer fuerzas y salió
el sol ¿Me echo cremita para no quemarme? Mejor no, luego en Avilés, que
todavía no es muy tarde…Ja, ja ja… qué gracia. Salimos de Gijón por un paisaje
industrial en su mayor parte desmantelado y que muestra lo que tuvo que ser
esta zona en tiempos pasados… pero el cielo se oscurece y comienza a llover… y
llover y así hasta Avilés. Precioso. Nos pusimos como sopas, llovía como en las
películas y nosotros en la bici como tontacos… Menos mal que aparece otro ángel
del camino y nos indica un bar para comer casero y dejar las bicis, LA ERITAÑA. Está 50 metros más arriba de
la oficina de turismo. No busquéis lujos pero si buena comida casera. Nos
metieron por el patio de atrás donde había un cobertizo para dejar las bicis,
nos dieron toallas para secarnos, nos cambiamos de ropa para no morir
congelados… ¡¡¡se guisa con carbón mineral!!!, nos atendió una señora como si
fuera nuestra madre y comimos de gran categoría: pote asturiano delicioso y al
desprecio… si quieres más más. Su compañu de chorizo y demás, luego fuente de
merluza fresca rebozada con patatas fritas (de gran categoría) y un arroz con
leche sublime. El niño se tomó dos porque es golosito…Además la señora se
encariñó con el superabuelo, como despierta ternura entre la gente… y nos
echamos unas risas a cuenta del tema… Es el que más ha ligado en el camino,
todo el mundo pendiente de él…
Después hubo que decidir… nos quedamos en Avilés ( no paraba
de llover) o seguimos según lo previsto. Baena que nos quedemos, Suraña que
seguimos… y la tarde que se abre. Deja de llover y vámonos. Acierto pleno.
Llegamos un poco tarde a El Pito, Cudillero pero hicimos bien. Encontramos una
pensión muy buena y muy cerca de Cudillero. Ducha y descenso al pueblo.
Absolutamente precioso. Yo ya sabía de su belleza pero impresiona verlo. Parece
que te trasladas a la costa italiana o griega, con sus casa de colores, su
puerto integrado en el casco de la población… una belleza. Más sidra, cerveza…
El Pito es un sitio increíble. Allí está el palacio Selgas,
construido junto a una escuela inmensa y una iglesia colosal por un indiano
rico. Se le conoce como el Versalles asturiano y es una pasada…y eso quísolo lo
vimos por fuera porque vale 9 € verlo por dentro… El precio de la cultura es
demasiado caro en este país así que … no había nadie viéndolo.
Si pasáis por esta zona no olvidéis visitar Cudillero,
inmensamente hermoso.
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