Powered By Blogger

lunes, 23 de julio de 2012

LA BELLEZA Y LA DUREZA SE DAN LA MANO PARA CONCLUIR EN UN LUGAR DE ENSUEÑO…

DIA 4 DE JULIO (MIÉRCOLES)  Laredo – Santillana del Mar  104 km

LA BELLEZA Y LA DUREZA SE DAN LA MANO PARA CONCLUIR EN UN LUGAR DE ENSUEÑO…

La mañana comenzó con un desayuno en un bar donde el camarero debía tener cada huevo como una taza… qué tío más liado porque estábamos seis personas desayunando… así que hubo que salir a galope durante cinco kilómetros de contrarreloj para ver si cogíamos el barco que pasa de Laredo a Santoña a las 9,00. Vano intento. Cuando llegamos ya había allí mil peregrinos y una excursión de chavales. Curiosa maniobra de pasar la ría, por la playa… como no cabíamos en el primer viaje esperamos al segundo echando fotos en una mañana gris y plomiza que amenazaba lluvia. 

Bonito paso por la ría, cruzamos Santoña sin apenas detenernos y cogimos para Noja. Pasamos por la maravillosa playa de Berria y la no menos impresionante mole del penal de El Dueso. De ahí nos fuimos a la playa de Noja, sencillamente un espectáculo para los ojos. Por suerte estaba la marea baja y pudimos disfrutar intensamente de su arena jalonada por todos lados de piedras… precioso a pesar de que el día no acompañaba.

De ahí nos fuimos en dirección Somo, pasando por paisajes típicamente cántabros, visitando un par de playas muy hermosas… y otra vez a la barca para ir a Santander…Esta vez la suerte se alió con nosotros y llegamos justo a tiempo de embarcar y salir. Preciosa travesía hasta llegar a Santander. Visitamos la catedral pero estaba cerrada así que por el carril bici nos plantamos en el palacio de la Magdalena. Celebraban el 100 aniversario de su construcción y había ambiente de políticos, coches oficiales… fotos con el amigo Félix, en el palacio, a las focas…y vámonos que nos vamos que se nos hace tarde. La salida de Santander tediosa y larga como pocas… pero pudimos salir. Poco que comentar salvo que nos llovió por el camino a Santillana del Mar y que estaba muy oscuro. Mucha cuesta hasta llegar y albergue lleno de nuevo. Por suerte en el camping que hay a la salida tienen unos bungalows para peregrinos a buen precio. Eso si, llegamos calados, cansados (más de 100 km a cuestas) y bastante tarde, con el cielo cerrado y lloviendo…¡¡qué bonito!!  

Antes de llegar a Santillana del Mar hay que pasar por Boo de Piélagos…¿Y? Pues que para evitar dar una vuelta de varios kilómetros para pasar la ría hay un puente ¿Y? Pues que el puente es solo para el tren. Teóricamente solo pasa uno cada media hora… T E O R I C A M E N T E. Buscamos ese puente porque estaba lloviendo y nosotros cansados. Subimos otro cuestón y nos habíamos equivocado pero por poco. Rehicimos el camino y … ahí las vías y el puente. Bajando vemos pasar un tren… estupendo, tiempo de sobra. Pero antes de cruzar la vía pasa otro tren… ¿Ya ha pasado media hora… cómo corre el tiempo aquí.  Bueno pues vamos palante. Al lado izquierdo hay una pasarela metálica junto a las vías. Yo decido coger por la vía corriendo con la bici porque son unos 150 metros de puente. Al final una curva… y en medio del puente aparece otro tren pitando… alguien que se llama Juan se cagó las patas pabajo. Al ser en curva no sabes porque vía viene… Por suerte la vía izquierda estaba inutilizada y solo iban por el lado derecho. De todas formas yo me tiré a muerte al pequeño pasillo, la bici revoleada… y gasté la adrenalina de una semana. El niño escojonado y un poquito de cachondeo a mi costa… Pa haberse matao.
Pusimos la lavadora y secadora ¡¡PRIMERA VEZ EN CINCO DÍAS!! Eso si, al encargado del camping se le olvidó decirme que necesitaba detergente… claro, es normal que un peregrino vaya cargado con un bote de detergente del mercadona y otro de suavizante y no hace falta avisarle… total que ocho € por lavar y secar la ropa de los cuatro pero se lavó… sin detergente… Al menos se enjuagó un poco y se secó porque allí empezaba ya a oler a muerto… Ducha, nos vamos a Santillana. Bronca. Este país es un país donde los tontos nacen en cualquier sitio, donde si hubiera campeonatos de tontos seríamos medalla de oro todos los años. El buen hombre dice que para los peregrinos no hay llave del bungalow ¿Me lo puedes explicar, buen hombre? Son las normas… ¿Y quién coño ha escrito unas normas tan absurdas? O sea, que yo pago, no doy problemas al pagar, pero no tengo derecho a tener una simple llave para guardar mis cosas… Espera que hablo con el encargado… Bueno que me dejes el DNI y te la llevas pero yo… no abro la recepción hasta las 10 de la mañana…
Lo mato, lo mato… pero hombre, que no me voy a llevar la llave, qué coño voy a hacer yo con una llave del camping de Santillana… si me pesan hasta las gafas… Pues eso es lo que hay… Este país es la pera a veces… yo cobro pero no ofrezco nada, pongo normas absurdas pero no pasa nada, no pongo un encargado para mayor ganancia y si te roban… La empresa no se hace responsable de las pérdidas o robos de objetos… Le dije de todo, claro, pero para nada.

Por suerte la visita a Santillana, aunque tarde y lloviendo, quita las penas al más pintado. A mí no me impresionó tanto porque ya la conocía pero el niño alucinaba. He de reconocer que tenía un encanto especial porque la mayoría de turistas había desaparecido, las calles estaban tranquilas y estaba oscureciendo, el suelo brillaba con la fina lluvia que caía y solo faltaban dos caballos y dos espadachines para trasladarnos al siglo de oro… Compramos leches de verdad, quesadillas tan ricas, y sobaos de esos que pesan medio kilo cada uno… Bebimos sidra y cenamos muy bien. Paseamos tranquilos por las calles y disfrutamos del silencio y la historia, de lo antiguo. ¡¡Qué hermosa es Santillana!! Qué delicia pasear por sus calles a esta hora, bajo la lluvia. Una experiencia muy bonita a pesar del cansancio y de los tontos que pueblan este bendito país.






















































No hay comentarios:

Publicar un comentario